-Visita al podólogo antes de iniciar la temporada y una vez finalizada la misma, para revisar el estado de tus pies.
-Sométete a un estudio biomecánico para conocer el tipo de pie y su comportamiento en dinámica.
-Si necesitas algún tipo de soporte plantar (plantillas), el podólogo es el profesional capacitado para realizarlo.
-Las plantillas personalizadas te ayudaran a mejorar tus apoyos y corregir desalineaciones, y sustituyen a las plantillas de las zapatillas.
-Combate el exceso de sudor, así como la piel excesivamente seca, ambas situaciones propiciarán la aparición de ampollas y durezas.
-Al correr, el pie se inflama y calienta, por tanto la zapatilla debe ser al menos un número mayor que el calzado habitual.
-Utiliza calcetines técnicos, ayudaran a prevenir la aparición de ampollas.
-Evita correr con callos y durezas y hazte cortar las uñas rectas y limando sus bordes.
-Un pie mal estructurado creará tensiones y compresiones al tobillo, rodilla, cadera y columna vertebral.
-Si puedes, evita correr por aceras y asfalto, las superficies duras lesionan pies normales.
-Trotar suavemente sobre hierba con los pies descalzos te ayudará a
fortalecer tus pies.
-El masaje también lo agradecerán tus sufridos pies.
-Al comprar tus zapatillas, busca el equilibrio entre amortiguación y estabilidad.
-Un exceso de amortiguación puede ocasionarte lesiones por inestabilidad.
-El uso de medias compresivas ayudará a oxigenar tus gemelos y mejorar la circulación de retorno.
-Después de entrenar, sumerge tus pies 10 minutos en agua fría.
-Tras una carrera de fondo descansa elevando tus pies por encima de tu cadera.
-Estira tus pies adoptando la posición de la geisha.
-Unos pies sanos te llevarán al fin del mundo.